El Quipu Virtual N° 185: La poesía de Juan Gonzalo Rosé

Esta edición está dedicada a la poesía de Juan Gonzalo Rose, figura destacada de la Generación del 50, cuyo libro “Las comarcas”, ha sido reeditado este año. 

Comprende también una nota sobre la reciente obra teatral “Cisnes” del reconocido director y actor Alberto Isola, y otra sobre la presencia del pinto puneño Gonzalo More en los diarios de la escritora franco estadounidense Anais Nin.


LA POESÍA DE JUAN GONZALO ROSE

Juan Gonzalo Rose (Lima, 1927-1983) fue una de las voces más reconocidas de la llamada Generación del 50. Nació en Barrios Altos, en el viejo centro limeño, pero pasó su infancia en Tacna. De nuevo en la capital, conoció en el colegio a Gustavo Gutiérrez, el futuro teólogo. Ingresó a estudiar Letras en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde fue dirigente estudiantil, y partió luego a México. Allí conoció al poeta español León Felipe, que prologó su primera obra, y permaneció junto a los peruanos exilados por la dictadura del general Odría.

En 1958, ya de vuelta, obtuvo el Premio Nacional de Poesía. Publicó, entre otros libros, Cantos desde lejos (1957), Simple canción (1960), Las comarcas (1964) e Informe al Rey y otros libros secretos (1969). Hizo algunos viajes por Europa y América, ejerció el periodismo, incursionó en el teatro y destacó como compositor de las letras de algunos célebres valses criollos. Su poesía, marcada inicialmente por un fuerte compromiso con la lucha social, fue afinando un lirismo romántico de especial ternura y musicalidad. Rose murió a los 55 años, luego de una vida de intensa bohemia. Su Obra poética fue publicada por el Instituto Nacional de Cultura en 1974 y reeditada en 2008. Otros de sus títulos han conocido también nuevas publicaciones.

EXACTA DIMENSIÓN
Me gustas porque tienes el color de los patios
de las casas tranquilas…
y más precisamente:
me gustas porque tienes el color de los patios
de las casas tranquilas
cuando llega el verano…
y más precisamente:
me gustas porque tienes el color de los patios
de las casas tranquilas en las tardes de enero
cuando llega el verano…
y más precisamente:
me gustas porque te amo.

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