APEC 2024, una clara apuesta




En noviembre pasado el Perú recibió en San Francisco la presidencia de APEC 2024 y presentó el video arriba consignado.

Los peruanos creyentes y porfiados que soñamos con un Perú mejor estamos aumentando y podemos  ser una inmensa mayoría por que las grandes causas movilizan corazones y conciencias.

Con APEC 2024 llegarán miles de extranjeros concentrados en 5 ciudades y muchos aprovecharán su estadía para conocer más maravillosas manifestaciones naturales, culturales y gastronómicas de nuestro amado país, cuna  de civilizaciones ancestrales.



Acorde con nuestra tradición, debemos recibirlos con la reconocida hospitalidad peruana.

Para explicar la importancia de APEC y de nuestra presidencia, comparto  el artículo publicado en El Comercio el primer día del presente año. 

Finalmente reciban un cordial y espero contagioso abrazo de bienvenida a este compromiso nacional porque

TODOS SOMOS APEC 2024

Lima, 6 de enero del 2024
Javier 
González-Olaechea Franco 

APEC 2024, una clara apuesta.


Siendo el Perú miembro del APEC desde 1998, el año que iniciamos será auspicioso por cuanto por tercera vez seremos anfitriones del foro privilegiado de los líderes de las economías del Asia-Pacífico, la región más innovadora y de mayor crecimiento mundial.

Desde que ingresamos al APEC hace 25 años, según COMEX, nuestro intercambio comercial intrazona ha crecido a un promedio anual del 12%, gracias también por haber suscrito tratados de libre comercio con Australia, Canadá, Chile, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, México, Singapur y Tailandia y acuerdos preferentes con Brunéi, Malasia, Nueva Zelanda y Vietnam, también economías del APEC.

Según COMEX más del 60% de nuestro comercio se realiza dentro del APEC y en el 2021 alrededor de 5.200 empresas peruanas exportaron por US$37.994 millones e importamos por US$30.479 millones. 

También dentro del APEC en el 2022 recibimos inversiones por aproximadamente US$9.400 millones y PROINVERSIÓN informa que tres de cada diez dólares de inversión extranjera directa provienen de las economías del APEC.

Siendo una zona muy aprovechada por grandes empresas, esta relevante dinámica también ha contribuido significativamente a la internacionalización de miles de pequeñas y microempresas peruanas que pudieron integrarse de forma más eficiente a las cadenas de valor regionales y globales.

En la última cumbre en San Francisco, en noviembre pasado, la señora presidente Dina Boluarte sostuvo promisorias reuniones con sus homólogos de Malasia, Corea, China, Indonesia, Filipinas, Vietnam y Singapur, precisando con indubitable claridad el valor insustituible de la empresa privada y el trato igual que ofrecemos a las inversiones nacionales y extranjeras.

Por lo expuesto, no debería caber duda alguna sobre este círculo virtuoso que impacta en nuestras economías familiares. 

Este circuito debería fortalecerse aún más por nuestra actual condición de anfitriones, dado que los altos funcionarios de las 21 economías aceptaron nuestra propuesta temática para el APEC 2024, compuesta por tres ejes centrales: (i) el comercio e inversión para un crecimiento inclusivo e interconectado; (ii) la innovación y digitalización para promover la transición a la economía formal y global, y (iii) el crecimiento sostenible para un desarrollo resiliente.

Ahora nos corresponde procurar un óptimo proceso APEC 2024.

Con la participación de aproximadamente 10.000 delegados se sostendrán 160 reuniones entre Arequipa, Urubamba (Cusco), Lima, Trujillo y Pucallpa, que incluyen 10 entre los titulares de relaciones exteriores, comercio, economía, finanzas, turismo, seguridad alimentaria, energía, salud y pequeñas y medianas empresas, hasta culminar con la cumbre de líderes en noviembre próximo.

Constatando que las políticas públicas pueden variar entre las 21 economías del APEC, la reunión de líderes empresariales como parte del proceso APEC 2024 resulta gravitante para intercambiar visiones y experiencias a los efectos de identificar oportunidades de cooperación e inversión, pues, al fin y al cabo, todos apuntamos hacia un objetivo común en el APEC: beneficiarnos mutuamente.

Por eso, la participación del empresariado es esencial, debido a que son las propias empresas las que crearán o fortalecerán las necesarias sinergias dialogando con los dignatarios y altos funcionarios que les resulten prioritarios.

Nuestra presidencia debe ser suficiente estímulo para fortalecer la economía real y brindar más y mejores oportunidades no solo para las empresas que ya invierten, comercian y compiten, sino también para los hombres y mujeres que multiplican esfuerzos comprendiendo que la voluntad emprendedora y la capacitación constante resultan condiciones insustituibles para procurar su mejoría económica y social.

Ante esta inmejorable cita cabe preguntarnos: ¿cómo podemos sembrar más y mejores oportunidades para cosechar más y mejores frutos siendo tenaz la competencia?

Prioritariamente, necesitamos seguir destrabando todo aquello que obstaculiza las inversiones y el comercio para que fluyan de forma más rentable, sostenible y responsable con la sociedad, por cuanto requerimos de más y mejores puestos de trabajo.

Acorde con nuestra visión social, pondremos en marcha una iniciativa nacida en Torre Tagle: APEC Ciudadano. Para difundir todos los beneficios que comportan el hecho de que el Perú es una economía APEC saldremos de las salas de reuniones al encuentro del ciudadano de a pie mediante actividades académicas, culturales y deportivas evidenciando esta gravitante oportunidad. 

Con este espíritu, el Gobierno acercará el APEC a colegios, universidades, medios de comunicación, gobiernos locales y gremios sindicales y empresariales, principalmente.

Cabe precisar que nuestra activa participación en el APEC se enmarca en el décimo eje de los lineamientos de la Política Exterior Reforzada, que fuera sustentada recientemente ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso.

Recordando que cuando el tarot egipcio nos echa las primeras tres cartas –la de la fortuna, la de las puertas abiertas y la de las monedas– significa que nos augura buena suerte, sueño que esa feliz y potente baraja cristalice nuestro irrenunciable propósito – ahora presidiendo la APEC 2024– de coadyuvar este año al relanzamiento económico y social en favor de las grandes mayorías.

Por eso la razón del título que introduce estas líneas: ¡APEC 2024, una clara apuesta!


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