El Quipu Virtual Nº 281 trata de la tercera edición, corregida y aumentada, de El ojo verde. Cosmovisiones amazónicas (Lima, Formabiap-Aidesep, 2025)*, una obra fundamental para aproximarse al conocimiento de la religiosidad y las visiones globales que tienen sobre el mundo y sus arcanos las comunidades indígenas de nuestra Amazonía. El libro, cuya concepción y edición general está a cargo de la conocida curadora y diseñadora gráfica Gredna Landolt, reúne un conjunto de mitos y representaciones plásticas de dieciséis pueblos amazónicos, que pertenecen a diez de las grandes familias lingüísticas de tan extensa región: jíbaro, kandozi, arawak, pano, kawapana, tupi-guaraní, witoto, ticuna, quechua y bora. Además de la introducción, a cargo del recordado historiador Pablo Macera y de Carlos Dávila, el volumen va acompañado de breves ensayos de destacados especialistas como Alberto Chirif, David Fleck y Alexandre Surrallés. «Un rasgo común a estas cosmovisiones es su concepción animista del universo, la cual postula que todo lo material, sea objeto o sujeto, tiene una contraparte espiritual» señala en su reflexión el antropólogo Fernando Santos Granero. Publicamos aquí el texto del reconocido historiador del arte Luis Eduardo Wuffarden que integra también este volumen.
Artes tradicionales y cosmogonías de los pueblos amazónicos
Naturaleza y artificio no han sido nunca términos opuestos entre los pueblos tradicionales de la Amazonía. Sus bellos artefactos de uso cotidiano o sus objetos suntuarios y rituales nos hablan con elocuencia de una tenaz relación armónica con el hábitat. Sin embargo, este vasto territorio aún es visto por muchos como un espacio por conquistar, postergando así la necesidad de recuperar un capítulo olvidado de nuestra historia cultural. En respuesta a ese vacío, El ojo verde ensaya una primera mirada sobre el mapa étnico de la región amazónica, para enfatizar la diversidad de sus manifestaciones estéticas. Pero también muestra sorprendentes semejanzas entre las elaboraciones formales de un conjunto de pueblos cuyos contactos históricos parecieran determinados por las guerras y el trueque comercial. A diferencia de las culturas nativas de la costa y la sierra, violentamente interrumpidas por la conquista española, estos grupos humanos constituyen un ejemplo vivo de permanencia, de endogamia y continuidad en el tiempo. Todo ello ayudará a comprender desde el presente las funciones y los códigos simbólicos que dieron sentido a las artes visuales del Perú prehispánico.
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